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Piedra laja de Valdivia: los pisos del Castillo

Las rocas del basamento de la costa de Valdivia son parte de la Cordillera de la Costa, específicamente de la unidad denominada "Complejo Metamórfico Bahía Mansa".

Está compuesta de diferentes tipos de rocas metamórficas (rocas transformadas por aumentos de presión y temperatura) que se formaron en una zona de subducción ya activa a lo largo de Chile hace 320 millones de años.

En ese contexto, se desarrolló entre la placa de Nazca que desciende en subducción y la placa Sudamericana, un antiguo prisma de acreción donde se acumularon, se deformaron y se transformaron rocas sedimentarias marinas de origen continental, pero también rocas volcánicas arrastradas de la placa oceánica que subduce. Un prisma de acreción es una gran acumulación de sedimentos deformados que se acumulan en forma de cuña en una zona de subducción en un borde convergente de placas tectónicas.

Las rocas de origen sedimentario ricas en arcillas se transformaron en esquistos grises, que constituyen las rocas predominantes en el Complejo Metamórfico Bahía Mansa, aunque se observan también otras que provienen de areniscas.

Las rocas de afinidades oceánicas (principalmente basaltos) se transformaron en esquistos verdes, que se pueden observar por ejemplo en la Playa Rosada, al Norte de Niebla.

Todas las rocas fueron agrupadas durante la deformación asociada a la acreción en la base del prisma, a una profundidad estimada a 30 km y temperaturas de ~400°C (metamorfismo de alta presión-baja temperatura). En estas condiciones, las rocas se deforman de manera "dúctil", es decir que, aunque sólidas, son blandas y pueden fluir. Es en este momento en que se formó la foliación en los esquistos, ese plano de debilidad por donde la roca se parte con facilidad y por ende origina el nombre vulgar de piedra laja. También, se formaron pliegues, como se pueden encontrar en la Playa Loncoyen, también al Norte de Niebla.

Se reconoce que esta deformación continuó al interior del prisma a menor profundidad (15 km) hasta aproximadamente 260 millones de años y que las rocas ya fueron ascendidas a 7 km de profundidad cerca de 210 millones de años atrás. Siguió después una subida lenta hasta la superficie por erosión de las rocas que estaban encima, lo que hace que hoy podemos observar estas rocas en afloramientos por toda la zona.

La piedra laja, junto con la cancagua, constituye uno de los materiales identificatorios de la arquitectura colonial de la Plaza y Presidio de Valdivia, presente tanto en los Castillos de Niebla y Mancera, como en San Ignacio y La Misión (estas últimas, localidades costeras al norte de Niebla). Su valor estético como sus condiciones para guardar calor la han hecho parte de muros, pisos y senderos. Además, en las excavaciones realizadas durante principios de los '90 se encontraron en el sector de la cocina (costado izquierdo al ingreso del Castilllo) tres piedras trabajadas como soporte para una cerámica utilitaria que hace suponer su uso para la elaboración de alimentos, debido a sus propiedades de mantención del calor, es común entre la población local deshumedecer y calentar las camas con estas piedras, que se han colocado previamente sobre la estufa a leña.

Agradecemos el aporte de la Dra. Gäelle Plissart y el Dr. Mario Pino, Instituto de Ciencias de la Tierra, Facultad de Ciencias, Universidad Austral de Chile.

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