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Fragmentos que cambian historias

Dr. Alasdair Brooks visita las colecciones

Fragmentos que cambian historias

Publicado el 23/11/2016
Ricardo Mendoza, Valeria Zorrilla, Alasdair Brooks y Simón Urbina
Ricardo Mendoza, Valeria Zorrilla, Alasdair Brooks y Simón Urbina
Arqueólogo australiano especialista en lozas británicas y comercio mundial del siglo XIX visitó las colecciones de loza del museo en el marco del proyecto Fondecyt 1130730 que se ejecuta desde la Dirección Museológica de la UACh.

Las colecciones del museo de Niebla se caracterizan por ofrecer un contexto arqueológico organizado que es gratamente apreciados por los investigadores que requieren ampliar su comprensión sobre las relaciones que las fortificaciones del estuario del río Valdivia mantenían con el resto del mundo, en especial con respecto a la navegación desde el siglo XVI hasta el XX.

Gracias a un Proyecto Fodim ejecutado durante el 2015, los 14 mil fragmentos que componen la colección arqueológica están debidamente organizadas, cuentan con una planilla, estando en repisas y cajas debidamente identificadas.

Esto ha permitido que investigadores y arqueólogos, tanto del territorio como de otros países, puedan acceder al depósito y ayudar en la profundización de la comprensión de la historia del monumento, los objetos que se resguardan y aportar nueva información a la historiografía local.

Es así que Simón Urbina trajo de visita al Dr. Alasdair Brooks, experto en loza inglesa del siglo XIX, arqueólogo de amplia trayectoria, especialista en comercio internacional de lozas británicas del siglo XIX, en compañía de Valeria Zorrilla del Centro de Investigaciones Ruinas de San Francisco, Mendoza.

Para gran sorpresa, la información que evidencia la loza de las colecciones es que, sin duda, hubo ocupación al interior del Castillo posterior al, hasta ahora supuesto, abandono de la fortificación en 1820.

El material corresponde a loza inglesa de manufactura barata y algunas piezas francesas, todas posteriores a 1830. Destacan alguna fragmentería de porcelana china, algo de bastante valor. La data del material debería estar entre 1830 y la segunda mitad del siglo XIX.

Anhelamos saber más sobre tan interesante vuelco en la historia de ocupación del monumento y agradecemos a la Dirección Museológica por su constante colaboración.