Fiesta de amplia tradición desde tiempos coloniales, donde usualmente infantes ataviados de sus mejores trajes, realizaban su primera comunión, la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen o Purísima Concepción, celebra el dogma de la iglesia católica sobre la concepción libre de pecado de la madre de Jesucristo, descrito en la frase del arcángel San Miguel "llena eres de gracia".

Para el Castillo de Niebla, nombrado de "La Pura y Limpia Concepción" por el Conde de Lemos, en alusión directa a la Virgen María como patrona de las armas y militares españoles, es una presencia invisible que se adivina entre líneas. Un pequeño agujero labrado en la cancagua del sector de la herrería ha sido documentado por relatos orales como hogar de alguna figurilla acariciada en medio de la tormenta inclemente del sur y que desapareció en el habitar de lo moderno. Soldados y presidiarios de la época colonial celebraban misa cuatro veces diarias, siendo los únicos días de descanso de las eternas tareas de mantención y construcción del sistema fortificado los de feriados religiosos, como señala el ingeniero Juan Garland en sus cuadernos sobre las mejoras efectuadas en el castillo de Niebla entre 1764 y 1775.

El estudio de la iconografía religiosa permite obtener rica información sobre los valores estéticos, materialidad y cosmovisión de una época que se nos ha ido disolviendo, ilustrando de paso el sentir de los habitantes coloniales, profundamente marcados por su fe.

Atención de usuarios del museo de sitio volverá a realizarse el jueves 9 de diciembre en sus habituales franjas horarias de 12:00, 14.00, 16:00 y 17:00 horas, de martes a sábado, siempre mediante inscripción previa en formulario y aforo limitado.